miércoles, 5 de julio de 2023

Ruzo


                                            MI PELUDO REGALON

jueves, 6 de abril de 2017

 
TRATAMIENTO DE MERECIMIENTO
Yo me merezco todo lo bueno, no algo, un poquito, sino todo lo bueno.
Ahora disuelvo cualquier pensamiento negativo o restrictivo.
M...e libero y disuelvo todas las limitaciones del pasado.
No me ata ningún miedo ni limitación de la sociedad en la que vivo.
Ya no me identifico con ningún tipo de limitación.
En mi mente tengo libertad absoluta.
Ahora entro a un nuevo espacio en la conciencia, en donde me veo de forma diferente. Estoy creando nuevos pensamientos acerca de mi ser y de mi vida.
Mi nueva forma de pensar se convierte en nuevas experiencias.
Ahora sé y afirmo que formo una unidad con el Próspero Poder del Universo.
Y por lo tanto recibo multitud de bienes.
La totalidad de las posibilidades está ante mí.
Merezco la vida, una vida buena.
Merezco el amor, abundante amor.
Merezco la salud.
Merezco vivir cómodamente y prosperar.
Merezco la alegría y la felicidad.
Merezco la libertad, la libertad de ser todo lo que puedo ser.
Merezco muchas cosas más que todo eso: merezco todo lo bueno.
El Universo está más que dispuesto a manifestar mis nuevas creencias y yo acepto la abundancia de esta vida con alegría, placer y gratitud.
Porque me lo merezco, lo acepto y sé que es verdad.
Así Es.

Fuente: Louise L. Hay

No me convienes

tóxicas

No me convienes…y por eso me alejo de ti


Me alejo de ti porque no le convienes a mi mente ni a mi corazón, porque dañas mi alma y eso… no me gusta. Te dejo partir y te deseo lo mejor, porque no quiero guardar feos rencores; no quiero que mi voluntad se inunde de sentimientos que solamente me dañan a mí.
Creía que eras un amigo, un buen vecino, un buen amor o un buen compañero de trabajo… pero al final mandó el tiempo, el que nos va marcando el día a día y he ido sintiendo como solo aportabas negatividad a mi vida y yo… yo me aprecio, me estimo, me quiero y porque dicen que “la caridad bien entendida empieza por uno mismo” no quiero, ni debo, ni puedo “seguir bailándote el agua” como un joven lazarillo que sigue a su despótico amo…
Porque a estas alturas he entendido que no me importa lo que piensen de mí, porque solo me importa sentirme bien conmigo mismo sin dañar a nadie… así es que me alejo “cantando bajito”… son discusiones, sin peleas, sin malos entendidos…
Pero sigue tú tu camino que yo seguiré el mío. Senderos que se bifurcan
Siempre te respetaré, porque el respeto forma parte de la manera en que entiendo la vida. De nada me sirve y nada me aporta mirarte con malos sentimientos. No quiero eso para mí, porque eso solo ensucia y endurece mi alma…
Por eso y porque no me gustan las guerras ni las armas ni los combates en el que siempre sale alguno herido, me voy en son de paz. Así me siento más feliz, siento que mi alma está limpia y sin rencores
Solo quiero rodearme de aquello que me aporta felicidad.
No quiero hacer nada por “compromiso”, a partir de ahora el compromiso lo tengo conmigo mismo… ¡el compromiso de ser feliz!
  

                        




    Dentro del mundo interior brota un manantial de sabiduría, iluminación y creación.
Invocando esa fuerza creadora se puede trasmutar todo aquello que no está en concordancia con las notas mas altas de una melodía armoniosa.    
     Toda acción es consecuencia de un pensamiento ejecutado,  y el querer es la fuerza que pondrá en movimiento los ejes del engranaje ...el principio y el fin.
     El ser humano está comenzando un gran proceso de cambio , no todos lo comprenden sin embargo algunos lo sienten 
     Al no tener una apertura mental, se hace más difícil el alineamiento mente ,cuerpo y espíritu y entonces aparece un desequilibrio.  No es complejo aceptar lo que los tiempos están indicando.
Muchas señales y los pasos a seguir se  les están dando a conocer.
  ¿Porqué buscar tanta explicación afuera ,si la repuesta esta dentro de vosotros mismos?

El corazón es la amalgama perfecta  que une el conocimiento con la vivencia.
 Descifrar y ordenar el pergamino ya escrito es como ordenar las piezas de un rompecabezas .
Todo ya  está ,solo falta reubicar las piezas, mover las energías hasta que estas se atraigan y calcen dentro de este todo que busca y anhela la perfección.
       
    Cuando esto suceda la luz que se manifestará ,llenará ese todo de júbilo y se escuchará la melodía celestial aunando los mundos, destruyendo las barreras, descorriendo los velos y la Shamballa  les será manifestada.
     Siguiendo ese impulso que les mueve a avanzar, iréis  haciendo camino in daros cuenta que vuestros pies irán apretando vórtices  que elevarán las energías lumínicas que les invitarán a seguir avanzando sin temor. 
     El miedo detiene , paralogiza, no deja crecer, la duda aparece y lo revelado se disuelve quedando en la nada ...volviendo a la oscuridad.






las personas no cambian en realidad nunca fueron como creias

Las personas no cambian, en realidad nunca fueron como creías

No sabes muy bien cómo ocurre, pero un buen día, en el acto más sencillo y mundano, acabas abriendo los ojos. Puede que lleves 5 meses o 5 años con una persona, pero de pronto, te das cuenta de cómo es en realidad. Con toda su crudeza.
Y es ahí donde se rompen muchos de tus sueños, ahí donde se escapan en finas hebras la mayoría de tus ilusiones y esperanzas. Porque has vivido con la máscara de la fascinación o de un amor ciego que te impedía apreciar la auténtica verdad.
Nadie puede conocer en profundidad a las personas. Requiere tiempo, complicidad e instantes clave que nos abren los ojos. Hasta que eso ocurre, muchas veces tendemos a idealizarlas o atribuirles dimensiones extraordinarias; pero poco a poco, van cayendo los velos…
Está claro que en ocasiones, sí que es cierto que las personas pueden cambiar. Nos cambian las circunstancias, las experiencias vividas… No obstante, todos nosotros disponemos de una esencia inconfundible, de un tipo de personalidad, integridad y valores que suelen ser constantes en el tiempo.
En nuestra mano está saber darnos cuenta a tiempo, saber leer en los gestos, saber intuir en las palabras, saber deducir en los actos.
En ocasiones el amor es un mal filtro a la hora de ser objetivos, pero ello no quita que como siempre, debamos mantener el corazón abierto y los pies en el suelo. Amarrados a las raíces del equilibrio y la autoprotección.

Las personas no cambian, pero se enmascaran

mujer con máscara (1)
Al principio todos nos esforzamos por encajar. Son muchas las personas que por ejemplo, intentan cuadrar sus aristas y vacíos particulares con los de sus parejas para que todo sea armónico, perfecto casi…
Ahora bien, muchas de esas uniones se consiguen enmascarando o disimulando carencias propias. O más aún, mostrando virtudes que no son ciertas. Nosotros, por nuestra parte, vemos a la pareja como “un todo” casi idílico sin apreciar máscara alguna
Tarde o temprano aparece la primera decepción. No sabemos cómo, ni entendemos cómo la otra persona ha sido capaz de hacer o decir tal cosa, sin embargo, ha ocurrido y no podemos hacer nada por cambiarlo.
Poco a poco van surgiendo esas situaciones tan reveladoras donde se pone a prueba a las personas. Ahí donde se demuestra su verdadera esencia, su auténtica personalidad.
¿Qué es lo que ha ocurrido? ¿Cómo pueden ser tan diferentes de cómo eran al principio a lo que estamos experimentando ahora? Debemos aceptarlo: no es que hayan cambiado de la noche a la mañana. En realidad, hay personas que no son como creíamos en un principio.
Y el descubrimiento suele ser desolador.

Nuestra resistencia a ver la verdad sobre las personas queridas

¿Cómo aceptar que la persona a quien queremos no es como pensábamos en un principio?  Lo creas o no este tipo de situaciones son realidades muy comunes en el día a día, y de hecho no surgen solo a nivel de pareja. Ocurre también entre amistades e incluso entre muchos vínculos familiares.
Las personas no cambian de la noche a la mañana, ni tampoco suelen cambiar con el tiempo. En realidad, es el propio tiempo el que te permite ver la verdad.
No existe una fórmula mágica que nos permita ver al segundo cómo son en realidad las personas. De hecho, muchas veces ni siquiera ellas lo saben. Se necesita compartir momentos, experimentar vivencias para que sea la propia vida quien saque a la luz las propias oscuridades y bellezas interiores.
Ahora bien, a pesar de ser complicado, hay una serie de aspectos que deberíamos tener en cuenta:

Evita ser tú quien lleve una venda en los ojos

Si ya es común que muchas personas vayan por los salones de la vida cubiertos por sus propias máscaras de seducción virginal, no vale la pena que nosotros, vayamos también con una venda en los ojos.
Evita idealizar. Saca conclusiones a través de las palabras, de los actos, de los gestos y también de los silencios. A una persona se la conoce no por las pancartas que ella misma se corona, sino por los detalles que tú mismo puedes intuir.

No esperes que cambien por ti

Este es un error en el que muchos solemos caer. En ocasiones, puede ocurrir que sepamos de antemano cómo es una persona. Conocemos sus defectos, sabemos que puede hacernos daño… Sin embargo, nos decimos aquello de  “con nosotros va a ser diferente: cambiarán”.
Y sin embargo no ocurre, no es frecuente que las personas lleguen a cambiar su forma de ser, sus costumbres, sus necesidades, sus matices. Seguiremos aguardando una espera inútil en la que se mina nuestra autoestima y nuestras esperanzas. Es algo peligroso.
El problema de las personas sinceras es que piensan que los demás también lo son. Por eso nos cuesta tanto ver que esconden los demás bajo sus máscaras.

lunes, 22 de junio de 2015

Heridas resiliencia

Soy fuerte porque fui débil


Soy fuerte porque fui débil, estoy en guardia porque fui traicionado, me río porque estuve triste y vivo el día de hoy porque el mañana no es seguro.
He tocado fondo y he podido sentir la dureza del suelo que antes pisaba, la vida me ha mordido con fuerza, he sido, soy y seré una persona vulnerable, he sufrido en mis pies verdaderos desgarros, he sentido mi corazón quebrantado por la injusticia y la traición, he esquivado menos golpes de los que he recibido.
Conozco el miedo y la desesperación tan de cerca que no he tenido más opción que confrontarlos. He impedido que el sufrimiento me quite la vida de forma prematura y todavía lucho por quitarme de la espalda el lastre que supuso en su momento el desequilibrio emocional que me sometió.
De todo ello me levanté y resurgí, por eso ahora estás ante una persona fuerte que tuvo y tendrá momentos de debilidad. No me escapo a ellos y estoy dispuesta a aceptar lo que me depare el futuro con entereza.
Me he dado cuenta de que cuando de verdad aprendemos es en lo momentos en los que se nos complica la vida. No podemos ir a la primera página de nuestro libro y rehacerlo todo de nuevo, así que lo importante es buscar una manera de renacer y seguir escribiendo nuestra historia.

blancanieves

Las lágrimas que limpian el alma

Solo déjame ser débil y llorar hoy, mañana volveré a ser fuerte.
A veces necesitamos llorar y no sabemos por qué. Solemos reprimirnos por miedo a lo que los demás puedan pensar o por el simple hecho de creer que hacerlo nos hace más débiles. Llorando logramos expresar lo que el corazón no puede.
A veces la gente llora, no porque sean débiles sino porque llevan mucho tiempo siendo fuertes y eso también desgasta. Si bien el llanto puede calmarnos, esto depende de la situación en la que nos encontremos y de nuestro estado anímico.
Por lo general, en estas situaciones en las que necesitamos llorar es bueno que lo hagamos, pues de alguna manera nos ayuda a descargar la angustia de vivir sometidos a los problemas de la vida.

Lagrimas

Aprender de la adversidad

Volví a sentir unas inmensas ganas de vivir cuando descubrí que el sentido de mi vida era el que yo le quisiera dar. Paulo Coelho
La vida es como un camino lleno de flores en el que también hay piedras. Los buenos y los malos momentos están a nuestra disposición para que hagamos con ellos lo que necesitemos. Se trata de ser fuertes y de aceptar el aprendizaje, sobreponiéndonos a las tormentas y liberándonos del resentimiento y del dolor: esto es la resiliencia.
Cuando nos golpean, algo fuerza a nuestro Yo interno a desarrollarse. Eso es algo que las personas que han sufrido conocen bien pues, tras un bache, podemos contemplar de manera más nítida nuestros límites y nuestras habilidades.
Esta es la diferencia entre la escuela y la vida. En la escuela primero aprendes una lección y luego te ponen a prueba. Y, en la vida, te mandan la prueba y luego aprendes la lección.
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Los malos momentos vienen solos, los buenos hay que salir a buscarlos

Nadie puede volver a atrás y hacer un nuevo comienzo, pero cualquier puede comenzar ahora y hacer un nuevo final.
Todo en esta vida es temporal, así que, si las cosas van bien, disfrútalas porque no durarán siempre. Y, si las cosas van mal, no te preocupes, tampoco serán para siempre. Los contratiempos y el sufrimiento son el pan de cada día, por lo que debemos estar abiertos a aprender la lección del dolor, pues es algo que aunque queramos no podemos evitar.
Se suele decir que cuando se aprende la lección el dolor desaparece, aunque queden cicatrices en nuestro cuerpo y en nuestra alma. No es que las personas que han sufrido en la vida hayan vencido al miedo y al dolor, sino que han aprendido que no se puede sanar lo que te niegas a afrontar.

lunes, 15 de junio de 2015

No me convienes

tóxicas

No me convienes…y por eso me alejo de ti


Me alejo de ti porque no le convienes a mi mente ni a mi corazón, porque dañas mi alma y eso… no me gusta. Te dejo partir y te deseo lo mejor, porque no quiero guardar feos rencores; no quiero que mi voluntad se inunde de sentimientos que solamente me dañan a mí.
Creía que eras un amigo, un buen vecino, un buen amor o un buen compañero de trabajo… pero al final mandó el tiempo, el que nos va marcando el día a día y he ido sintiendo como solo aportabas negatividad a mi vida y yo… yo me aprecio, me estimo, me quiero y porque dicen que “la caridad bien entendida empieza por uno mismo” no quiero, ni debo, ni puedo “seguir bailándote el agua” como un joven lazarillo que sigue a su despótico amo…
Porque a estas alturas he entendido que no me importa lo que piensen de mí, porque solo me importa sentirme bien conmigo mismo sin dañar a nadie… así es que me alejo “cantando bajito”… son discusiones, sin peleas, sin malos entendidos…
Pero sigue tú tu camino que yo seguiré el mío. Senderos que se bifurcan
Siempre te respetaré, porque el respeto forma parte de la manera en que entiendo la vida. De nada me sirve y nada me aporta mirarte con malos sentimientos. No quiero eso para mí, porque eso solo ensucia y endurece mi alma…
Por eso y porque no me gustan las guerras ni las armas ni los combates en el que siempre sale alguno herido, me voy en son de paz. Así me siento más feliz, siento que mi alma está limpia y sin rencores
Solo quiero rodearme de aquello que me aporta felicidad.
No quiero hacer nada por “compromiso”, a partir de ahora el compromiso lo tengo conmigo mismo… ¡el compromiso de ser feliz!