martes, 28 de febrero de 2012
El amor desinteresado es el que llega hasta el final y no termina. Es el que durante el tiempo nada le afecta o aunque le afecte es como si no. Para un amor desinteresado no se necesita azar o buena suerte sino dos personas compatibles, que compartan ese desinterés ¿Y qué es el desinterés? El amor. Porque la amistad desinteresada es mayor que una amistad. El sexo que consiga el amor desinteresado será herramienta útil para quererse y amarse. El sexo que influye en el amor tiene más peso que éste, lo manipula, con lo cual estará de acuerdo en que el amor depende de él o éste se hace interesado. Hay valores individuales que pertenecen al amor o a sus distancias, y si las personas conocen esas medidas pero las comparten como quieren o descuidadamente, un valor absoluto puede quedar relativizado y no cubrir el sentimiento que se pretende. Sería como saber que la montaña del Everest mide casi 8850 metros pero se la trata como 3000 metros. Luego subir sería distinto, lógicamente, si mide una distancia y se tiene en cuenta otra. Se sabría o sentiría la verdadera altitud pero se practicaría como si tuviera otra. El resultado será, por lo general, inalcanzable o el fracaso, por mucho abrigo, comida, brújula, botas, calcetines y cuerda de escalada que se tenga. El amor es como otra cima que para compartirla se necesita igualar el trato humano hacia ese valor absoluto. Cualquier montaña o valor absoluto, tiene una medida. Pasarse es difícil pero no llegar es fácil. O que uno se pase de buen trato y otro se quede corto suele pasar. El amor desinteresado es un valor absoluto que no tiene medida exacta ni se le puede poner, al ser mérito absoluto ya es incondicional amor ¿Qué es lo que hace querer o saber que le puedes amar? Configurar a la otra persona en tu placer físico, psicológico, emocional, hasta espiritualizar carne y hueso
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