sábado, 12 de mayo de 2012

LIBERATE DE LOS CONFLICTOS Todos los conflictos que el ser humano tiene en su existencia son producto de algún tipo de ignorancia. Sobre todo la ignorancia de su verdadero ser real. Los conflictos son: *de la persona consigo misma *con los demás Los conflictos consigo mismo son o los referentes a su cuerpo físico o los originados en su mente. Los conflictos físicos de nuestro cuerpo se refieren a las deficiencias y anomalías propias de todo ser viviente, por sus normales cambios naturales. La inconsciencia nos conduce muchas veces a querer detener, cristalizar, la evolución natural de nuestro cuerpo que sigue la ley general de todo ser vivo como es la entropía, por la que se rige, con el nacimiento, crecimiento y decadencia lógica con sus deficiencias y molestias consiguientes. Si somos conscientes de la impermanencia de todas formas de la existencia, hemos de ser consecuentes con los ciclos naturales de todo ser vivo, entre los que están el decaimiento y decrepitud, salud y enfermedad. La no aceptación de estos ciclos y cambios naturales nos conduce al conflicto en forma de rechazo. Y cuanto más nos resistimos a aceptar esta ley de la impermanencia y cambio, más dolor y sufrimiento creamos. Hemos de aceptar que todas las formas de nuestro cuerpo son cambiantes e impermanentes con sus consecuencias. ¿Por qué no aceptar de buen grado la ley tal como es? ¿Por qué no permitir fluir La Vida en todas sus formas según su naturaleza? Los conflictos mentales son más y de peores consecuencias. Estos conflictos de la persona consigo misma se crean por la oposición y divergencia entre los deseos egotélicos y raquíticos del yo personal, por una parte, que siempre anhela su provecho particular y, por otra, las aspiraciones profundas de nuestro ser real verdadero, que aspira a la plenitud total.

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