lunes, 30 de abril de 2012
"Cuando el faro enciende su luz, no mide la tormenta. No juzga la tormenta. No se dice a sí mismo: Debo entender adónde va todo esto, antes de encender la luz. Todo lo que sabe es que fue construido para resistir la oscuridad, los poderosos vientos y las olas que se estrellarán sin cesar en su estructura. Tampoco tiene miedo. No sabe cuándo aca¬bará la tormenta, cuán poderosa se volverá, o el motivo por el cual fue creada. Todo lo que sabe el faro es que está a salvo y que debe hacer bri¬llar su luz en la oscuridad para ayudar a otros a encontrar la seguridad del puerto. Tampoco se pregunta nunca cómo se convirtió en luz, pero sabe quién es y cuál es su propósito. También sabe que la luz que lleva es esperada y que la están buscando los que están en la oscuridad. ¿Veis lo que digo? Vosotros sabíais todo esto cuando vinisteis. ¡Es profundo!"
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